Se fue Jorge Guinzburg y nos dejó en el vacío grande de una realidad horrible. Por eso mismo, hoy escribir debería estar prohibido, tan prohibido como los informes carroñeros de la TV que hablan del maestro del reportaje, del que no aprendieron nada.
Recuerdo unas palabras de Simón de Beauvoir frente a la tumba de Sartre: "tu muerte nos ha separado, la mía no nos reunira". Una parte de mi risa a muerto, se ha escapado, ya no volverá.
Hoy cumplo con mi dignidad, le doy luto a mis letras.