Argos sonrió de perfil, con ese desprecio tan característico suyo y me susurró al oido: "el problema de los dragones es que cuando se les termina la magia se convierten en viejas lagartijas que sólo pueden aspirar al olvido". Su aliento de tabaco y mentas fue el vaho que ensombreció el resplandor de aquel atardecer furibundo...
Con un ritmo estertoreo, como arrastrados por el temporal y las predestinaciones, aun pueden escucharse algunos versos tristes de Poe en aquella esquina donde por ùltima vez nos vimos.
Con un ritmo estertoreo, como arrastrados por el temporal y las predestinaciones, aun pueden escucharse algunos versos tristes de Poe en aquella esquina donde por ùltima vez nos vimos.
3 comentarios:
Abrazo largo, Crístian. Ninguna despedida produce placer, espero que estés bien.
ana PP
Tan hermoso como melancólico.
Bachios.
Ana: A veces pienso que uno vive despidiendose constantemente, otras veces no...
Pura vida: Gracias por tal piropo.
Hug.
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