20 octubre 2006

Ataraxia


Es extraño, una de mis mejores amigas dice preferir a un Cristian feliz a uno en pleno acto de escribir. En cierta medida es cierto, no soy feliz escribiendo, pero es la unica barrera que contiene a mis demonios… ¿y qué otra cosa puedo hacer? ¿abandonarme a mi propia decepción? ¿volver a pensar en palabras que crei verdaderas? ¿recordar o tratar de recordar, cada mirada, cada gesto, cada abrazo, cada paso en el nadir? ¿expresar esta angustia a mi inconmensurable soledad? ¿prescindir de los panfletos de una noche infinita? ¿convertirme en el dios de los desesperados o en profeta de los escepticos? ¿renegar de mis ciencias y de mis liturgias? ¿sospechar de que mi sombra no es en realidad tan mía, que ya no me pertenece? ¿cimentar las bases de nuevos y esteriles paroxismos? ¿hacer alarde de las fronteras rotas de mi alma retórica? ¿elucidar el juego de lo que ya no está? ¿mirar dentro de mi aun sabiendo lo que voy a encontrar y lo que no? ¿arrebatarme los recuerdos exasperantes de un pasado siempre mejor?

Es verdad, es extraño… es imposible, pero finalmente es… o no. Probabilísticamente soy un imbecil, pero también, y por lo mismo, quizás no.

Para vos Morocha...

No hay comentarios.:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...