05 septiembre 2007

La cólera del Argos - El gordito del bombo

“…El género humano, me explicitó, consta, malgrado las diferencias climáticas y políticas, de un sinfín de sociedades secretas, cuyos afiliados no se conocen, cambiando en todo momento de status. Unas duran más que otras, verbi gratia, la de los individuos que lucen apellido catalán o que empieza con G. Otras presto se esfuman, verbi gratia, la de todos quienes ahora, en el Brasil o en África, aspiran el olor de un jazmín o leen, mas aplicados, un boleto de micro. Otras permiten la ramificación en subgéneros que de suyo interesan; verbi gratia, los atacados de tos de perros pueden calzar, en este preciso instante, pantuflas o darse, raudos, a la fuga en su bicicleta o transbordar en Temperley. Otra rama la integran los que se mantienen a esos tres rasgos tan humanos, inclusive la tos”. El gremialista. Bustos Domecq (Jorge Luis BorgesAdolfo Bioy Casares).

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Me pregunto si los gorditos que tanta alharaca hacen con sus protestas irreflexivas pagarán todos los perjuicios que han provocado estos últimos días. Porque ahora resulta que aparecen boicots por todos lados y que los gordillos del bombo son los nuevos héroes de la República... Asco dan, tanto asco dan.

Toda persona con buen sentido –tan alejado del sentido común como venus de Madagascar- puede preguntarse tranquilamente: ¿Cuál es el poder ininteligible que les permite a señores obesos que ganan pequeñas fortunas a manera de sueldos -y de otras maneras un tanto menos claras o un poco más espurias-, manejar los hilos de la sociedad? ¿Por qué las medidas de fuerza de los grasosos Hades infernales se dirige, de manera continua, contra las personas que, apelotonadas en una masa informe y sudorosa tratan de desempeñar sus tareas? La respuesta es simple: por la fuerza real del conjunto y por la fuerza simbólica del conjunto.

Los "muchachos" se preocupan ahora por la seguridad de la sociedad, pero sabemos que en realidad esta cuestión nunca les preocupó, jamás; sino que únicamente reaccionan cuando algo les incumbe directamente, o lo que es lo mismo: pone en riesgo su miserable cuota de poder de hecho. Lo de la seguridad social es el pretexto cada vez menos creible que utilizan para darle algún tipo de validación a sus protestas... Protestas que vienen de alguien que por bajar una palanca o retirar un ticket ganan más que vos, lector, y que yo. No es que su dinero sea malhabido, ni que haya que defenestrar el derecho moral de la huelga -Si, dije moral, aunque muchos de ustedes no lo crean-, sino que lo decente sería blanquear la situación.

Los otros gordos, los órficos tranviarios, o lo que es lo mismo: "La Fraternidad" de los maquinistas y "La Unión Ferroviaria" del resto, declararon paro porque las personas hartas de las esperas se agarró a golpes contra todo lo que se movía. Huelga por reclamo de medidas de seguridad... ¿No suena a contradictorio con el discurso que en general plantean a la hora de sus reclamos sindicales por aumentos de salario? Entonces, como la sociedad es mala y no se merece a personajes de "tan alta alcurnia" como los gorditos del bombo, toman una medida unilateral que nos amputa los medios de transporte -de los pocos que funcionan, no bien, que funcionan-.

En Argentina si hay algo que no existe es el equilibrio y, por lo mismo, el buen sentido. Tenemos un problema, entonces: cortamos la calle, hacemos piquete, declaramos huelga; si a las señoras gordas les tocan la platita añorada hacen algo analógico: el "cacerolazo", que es metodológicamente lo mismo, pero simbólicamente distinto: "Porque nosotros somos gente bien, no como esos vagos cabecitas". Para mi no hay diferencias, todas y cada una de estas usanzas me provocan nauseas. El diálogo siempre es posterior, la negociación siempre es postrera a la medida de fuerza, como una alquimia a la inversa... Y después me preguntan con el gesto adusto y la preocupación en ciernes, por qué me alejo cada vez más de la parte social de la sociedad...

"Nunca niegues al poeta el dolor de la transubstanciación del bailarín infernal, donde los dulces pétalos de la oniria se colman de la lívida cólera de los puñales".

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